¿Qué es el síndrome de colon irritable?
El síndrome de colon irritable (SCI) es un trastorno común que puede afectar al 15% de la población. Es una de las condiciones que se conocen como trastornos funcionales gastrointestinales donde el intestino funciona anormalmente, pero no se encuentra anormalidad estructural ni nada anormal en los exámenes.
¿Cuáles son los síntomas del SCI?
Dolor abdominal y cambios en el tránsito intestinal; diarrea, constipación, o ambas en diferentes tiempos. Los síntomas pueden ser leves o severos y varían de persona a persona; pueden aparecer y desaparecer y cambiar durante el tiempo. Los síntomas predominantes de SCI son dolor abdominal, distención abdominal, gases e hinchazón que están presentes por lo menos 3 días a la semana por 3 meses. El malestar abdominal por lo general alivia después de defecar.
¿Qué causa el SCI?
Mientras que no está clara la respuesta de qué causa SCI, los síntomas parecen ser resultado de un anormal funcionamiento o comunicación entre el sistema nervioso y los músculos del intestino. Esta anormal regulación puede causar que el intestino esté “irritable” o más sensible. Los músculos de la pared abdominal comienzan a descoordinarse y contraerse con mucha o poca fuerza en algunas ocasiones. A pesar de que no hay obstrucción física, los pacientes pueden sentir obstaculizado el paso como una obstrucción funcional.
SCI es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres. Los factores ambientales, genéticos, actividad bacteriana en el intestino, sobrecrecimiento bacteriano, intolerancia a la alimentación, irregularidad del intestino para evacuar espontáneamente, intestino hipersensible, alteración de los nervios, y alteraciones en la regulación hormonal pueden ser todas posibles causas de SCI.
¿Qué rol cumple el estrés en el SCI?
El SCI no es causado por estrés. No es un problema psicológico o psiquiátrico. A pesar de eso, el estrés emocional puede ayudar a la generación de episodios de SCI. Muchas personas sienten que sus síntomas empeoran cuando sienten nervios o ansiedad.
¿Cómo puedo saber si el problema es SCI o algo más?
Ningún examen puede confirmar el diagnóstico de SCI. Una cuidadosa historia clínica y examen físico por un cirujano de recto o coloproctólogo, o cualquier otro médico son esenciales para descartar otros trastornos más graves. La fiebre, baja de niveles celulares en sangre, sangrado rectal y pérdida de peso inexplicable, no son síntomas de SCI por lo que necesitan ser evaluados por un médico.
¿Cómo se trata el SCI?
Es importante saber que el SCI no es una patología grave ni que pone en riesgo la vida vital, que puede ser agravada por ansiedad o estrés. lo que aumenta el riesgo. La reducción del estrés, uso de tratamiento, terapia física, biofísica o técnicas de relación o manejo del dolor pueden ayudar a aliviar síntomas en algunos individuos. Uso de calendario de alimentación puede ayudar a identificar ciertas comidas o factores que causen síntomas.
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas. Los cambios de estilo de vida como hacer ejercicio regularmente o mejorar hábitos del sueño pueden ayudar. Los cambios en la dieta también ayudan a algunos pacientes.
La dieta con fibra juega un papel positivo o negativo en SCI. En algunas personas, mucha fibra puede aumentar la distención y causar malestar abdominal. Los probióticos o “bacterias buenas” también mejoran los síntomas y pueden ser dados como suplementos con otras modificaciones en la dieta.
Las personas como SCI moderado o severo pueden beneficiarse de medicamentos. Ningún medicamento funciona para todos. Los antiespasmódicos pueden ayudar para controlar los síntomas. Antidepresivos en bajas dosis pueden han demostrado ser de ayuda en algunas personas.
¿Cuánto demora el tratamiento en aliviar los síntomas?
El alivio de los síntomas es usualmente un proceso lento. Puede llevar seis meses o más para que pueda apreciarse una mejora definitiva. La paciencia es muy importante en este problema.
¿Qué pasa si escojo no hacer nada?
SCI no conduce a nada más grave. No produce cáncer, sangrado o enfermedad inflamatoria intestinal como colitis ulcerosa.
Si no se trata, los síntomas pueden ir y venir. Pueden mejorar o empeorar con el tiempo y pueden continuar afectando tu calidad de vida.