El dolor anal se puede experimentar antes, durante o después de una defecación, y puede variar en gravedad de un dolor leve que puede progresar con el tiempo, hasta un dolor tan importante que dificulta las actividades de la vida diaria. Hay una gran variedad de causas, muchas de las cuales son benignas. De todas formas, el dolor anal que no se resuelve en 24-48 horas debe ser evaluado por un profesional. Los síntomas de dolor anal asociado a fiebre pueden requerir una atención más urgente que el dolor solo.
¿Cuáles son las causas más comunes de dolor anal?
1. Trombosis de hemorroides externos
Una hemorroide externa trombosada es un coágulo de sangre en los pequeños sacos llenos de sangre en el exterior del ano (tejido de la hemorroide). Con frecuencia es el inicio repentino de una masa dolorosa que puede empeorar durante las primeras 48 horas, pero que desaparece gradualmente en los próximos días. Usted pudiera notar sangrado, si la piel que cubre la hemorroide se abre. El manejo puede ser remover el trombo de la hemorroide, o un manejo conservador, el que incluye baños de asiento, medicación para el dolor y ablandadores de deposiciones. La remoción del coagulo es un tratamiento corto, que bien tolerado pudiera efectuarse en urgencias con anestesia local. Esta es la medida más frecuente si usted acude a su médico los primeros dos días de sintomatología.
2. Fisura anal
Una fisura anal (fisura en el ano) es un pequeño desgarro ovalado en la piel que está en la abertura del ano. Las fisuras anales causan típicamente dolor y sangrado con las defecaciones. Las fisuras son comunes en la población general, pero con frecuencia los síntomas de sangrado y dolor son confundidos con otras causas, como hemorroides. El tratamiento más común de la fisura anal aguda consiste en hacer las heces más formadas y blandas con una dieta rica en fibra, anestésicos tópicos para el dolor y baños de asiento por 10-20 minutos varias veces al día (especialmente después de defecar). Los baños de asiento son calmantes del dolor y relajan los músculos anales, lo que ayuda a que la fisura sane. Ocasionalmente la fisura crónica puede requerir cirugía.
3. Absceso y fístula
Un absceso anal es una cavidad infectada y llena de pus cerca del ano o recto. Una fistula anal es un túnel debajo de la piel que conecta las glándulas infectadas y obstruidas con el absceso. La mayoría de las veces el tratamiento del absceso es el drenaje quirúrgico. Para curar la fistula anal, la cirugía es frecuentemente necesaria. Ocasionalmente, la cirugía puede no ser sencilla, y podría tener complicaciones, con necesidad de nuevas intervenciones quirúrgicas.
4. Infecciones por hongos o Enfermedades de transmisión sexual
Los pacientes con infecciones fúngicas (por hongos), o por infecciones de transmisión sexual, pueden tener síntomas prolongados, como dolor anal o perianal severo, que no necesariamente se asocia a la defecación. Las infecciones de transmisión sexual incluyen la gonorrea, la chlamydia, el herpes, la sífilis, etc. Los pacientes también se pueden quejar de sangrado anal leve, secreciones o picazón. El tratamiento incluye típicamente antibióticos y antifúngicos, que por lo general se administran por boca.
5. Condiciones dermatológicas
Las enfermedades de la piel que ocurren en otras partes del cuerpo, también pueden ocurrir en la piel anal (como psoriasis, o verrugas). Estas enfermedades pueden presentarse como picazón o sangrado por el ano, que pudiera o no estar asociado a dolor. La clave para el manejo es el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado. En algunos casos puede requerirse biopsia de piel. El tratamiento depende de la biopsia y/o el diagnóstico clínico.
6. Cáncer
Mientras que la mayoría de los casos de dolor anal son benignos, los tumores pueden causar dolor progresivo en el tiempo, sangrado, masa palpable, y con frecuencia, cambio en el hábito intestinal. Cualquier dolor o sangrado anal que no se resuelve y que empeora progresivamente debe ser evaluado por un médico. El tratamiento del cáncer anal u otros tumores del ano pueden incluir quimioterapia, radioterapia y/o cirugía. En la sospecha, el médico realizará un examen físico acucioso que incluirá anoscopía (examen del canal anal, donde se observa con un cámara especial) y biopsia de la masa. Si al examen físico el paciente presenta mucho dolor, el cirujano podría necesitar llevarlo a pabellón, para poder examinar adecuadamente con anestesia y de ser posible descartar cáncer.
¿Cuándo es necesario buscar atención médica?
Cuando el dolor es recurrente o persistente, o cuando presente dolor asociado a masa sangrante que progrese en el tiempo, usted debe consultar a su médico.