¿Qué son las Hemorroides?

Las hemorroides son parte normal de la anatomía, todo el mundo las tiene. Corresponen a tejidos del ano que contienen vasos sanguíneos que ayudan a sellar el canal anal. Algunas personas desarrollan hemorroides sintomáticas (por crecimiento de estos, sangrado o dolor) y requieren tratamiento. Existen dos principales tipos de hemorroides que se distinguen por la localización, los internos (dentro del ano) y los externos (de la apertura anal).

Hemorroides externos: Se desarrollan en la apertura anal y crecen hacia el exterior. Están cubiertos por una piel muy sensible y usualmente dolorosa. De todas formas, si se forman trombosis en las hemorroides externas, estos se vuelven dolorosos e indurados. También pueden generar sangrados si es que se rompen. También pueden generar problemas con la higiene, o generar prurito si son muy grandes.

Hemorroides internos: Están dentro del canal anal. Pueden protruir y sangrar, sin dolor, durante la defecación, siendo estos los síntomas más importantes. De todas formas, si las hemorroides están completamente prolapsadas (cuando salen por la apertura anal) y no pueden ser devueltos al canal anal, podrían causar dolor severo.

¿Qué causa las hemorroides internas sintomáticas?

La mayoría de los factores que se cree que producen hemorroides sintomáticas parecen estar relacionados con el aumento de la presión abdominal que se transmite al área anal. Algunos de estos factores incluyen los esfuerzos al defecar, constipación, diarrea, embarazo, patrones intestinales irregulares y mala postura.

Cualquiera sea la causa, los tejidos que sostienen los vasos sanguíneos se distienden, lo que resulta en la dilatación de esos vasos, lo que vuelve a las paredes del canal anal, delgadas y sangrantes. Si la presión en esta zona sigue en aumento, general que los vasos protruyan.

¿Cuáles son los síntomas?

Si nota alguno de los siguientes síntomas, podría tener hemorroides sintomáticos:

  • -Sangrado con las deposiciones

  • -Protrusión de masa anal durante deposiciones

  • -Prurito en la zona anal

  • -Dolor

  • -Bulto sensible

  • -Problemas con la higiene de la zona

¿Cómo se tratan las hemorroides?

Los síntomas leves pueden aliviarse aumentando el consumo de fibra (frutas, verduras y cereales) y líquidos en la dieta. La reducción de la presión excesiva en las hemorroides, previene que estas protruyan. Los baños de asiento (recibir los vapores de agua caliente en la zona anal por 10 minutos) pueden aliviar los síntomas.

Con esas medidas, las molestias de las hemorroides van disminuyendo en 2 a 7 días, y los bultos anales pueden reducirse en 4 a 6 semanas. Ocasionalmente pueden quedar remanentes del bulto hemorroidal, llamados plicomas. En casos de dolor severo o persistente en hemorroides trombosados, su tratante puede remover el coágulo hemorroidal con una pequeña incisión bajo anestesia local, lo que generalmente alivia la sintomatología.

Las hemorroides internas sintomáticas pueden requerir tratamientos especiales, muchos de los cuales pueden ser manejo ambulatorio.

Banda elástica: Efectiva en las hemorroides internas que protruyen con la defecación. Una pequeña banda elástica envuelve la base de la hemorroide y corta su suplemento sanguíneo. La hemorroide y la banda caen a los pocos días, y la herida que queda sana en una semana o dos. Este tratamiento puede generar malestar y sangrado, y pudiera necesitar repetirse para la resolución de los síntomas.

Inyección con coagulación infraroja: Puede ser usada en las hemorroides que sangran pero no protruyen. Es un método relativamente doloroso que causa que la hemorroide se seque.

Grapado de hemorroides: Es una técnica que utiliza un dispositivo especial para grapar y extirpar el tejido hemorroidal interno. El grapado puede generar contracción de las hemorroides externas, pero no las elimina. Este procedimiento es generalmente más doloroso que la ligadura, pero menos doloroso que la hemorroidectomía tradicional.

Hemorroidectomía: La cirugía es el método más completo para la eliminación de hemorroides internas. Es necesario cuando (1) la ligadura no puede tratar las hemorroides internas, (2) la hemorroide sobresaliente no se puede reducir, y (3) hay sangrado persistente. También se puede elegir como tratamiento de las hemorroides externas cuando se forman coágulos de forma repetida. Una hemorroidectomía elimina el exceso de tejido que causa el sangrado y la protrusión. Se realiza bajo anestesia y puede, dependiendo de las circunstancias, requerir hospitalización y periodo de inactividad. La hemorroidectomía láser no ofrece ninguna ventaja sobre las técnicas quirúrgicas estándar, y contrario a la creencia popular, no es menos dolorosa.

¿Las hemorroides generan cáncer?

No. No hay relación entre las hemorroides y el cáncer. Sin embargo, los síntomas de las hemorroides, particularmente el sangrado, pueden ser similares a los del cáncer colorrectal y otras enfermedades del sistema digestivo. Por tanto, es importante que todos los síntomas sean investigados por un médico especialmente entrenado en el tratamiento de enfermedades colorrectales, y que todos los pacientes de 50 años o más, o de alto riesgo (historia familiar de cáncer colorrectal, enfermedad inflamatoria intestinal o síndrome genético), se sometan a pruebas de tamizaje de cáncer colorrectal. No confíe en medicinas de venta libre o en otros tratamientos personales. Vea a un cirujano colorrectal primero para que sus síntomas puedan ser evaluados apropiadamente y el tratamiento sea el adecuado.